La fundación de Aljucén se estima musulmana , según evidencia su nombre, vocablo árabe que significa castillejo. Testimonio de tal origen era el castillo o casa fuerte existente en el lugar, cuyos restos resultaron visibles hasta hace poco tiempo. En localización alejada se encuentra el enlace ferroviario de igual denominación.
Se acoge también al trazado de la antigua Vía de la Plata hacia el norte de Mérida, asentándose junto al río de su mismo nombre. Sobre éste se alzaba un puente romano de tres arcos hoy ya desaparecido.
El poblado se trata de un enclave rural, con una población que ronda los 250 habitantes.
Como hito más señalado, en un extremo de la población se encuentra la Iglesia parroquial de San Andrés Apóstol. Se trata de obra de modestas dimensiones pero acusado interés, edificada en mampostería y sillares, originaria del siglo XVI, cuyo cuerpo aparece ceñido hoy por un cincho de hierro para asegurar su estructura.
Su planta es de nave única, con torre fachada delantera en la que se abre una preciosa portada renacentista de elegante diseño. La fachada es de las llamadas torres fachadas, debido a que la torre es una prolongación de la fachada.


