IGLESIA DE SANTA ANA
Es el edificio más significativo de la localidad, reedificada posiblemente sobre la vieja ermita ya existente bajo esta misma advocación, según cabe apreciar en las diferentes secuencias constructivistas que la edificación posee.
De estilo gótico mudéjar, realizada en el s. XVI, de indudable interés, correspondiente al tipo de pequeño templo rural conectable con la arquitectura popular. Se compone de tres naves de acusada espacialidad sobre arcos graníticos, con cabecera triple, capilla mayor cupulada y edículo semejante a una torre fachada exterior.
Consta de tres naves divididas en cuatro tramos. La central, que evidencia resultar la zona más antigua, es de estilo gótico mudéjar (siglo XVI), presentando arcos graníticos. Los arcos que comunican las naves laterales, responden a formas barrocas claramente diferenciadas de las góticas del cuerpo central.
PÚLPITO
Una de las curiosidades de nuestro pueblo, es la ubicación de un púlpito, empotrado en el muro hacia el exterior y adosado a la fachada de una casa situada frente a la iglesia, configurando una realidad poco habitual en insólita disposición.
Construido en el s. XVIII, de tendencia barroca. La pieza es circular y de granito, con base amensulada, que sobresale del plano vertical, apoyando sobre una columna que descansa en un cuerpo de fábrica también circular. Por detrás se sitúa una hornacina abierta en el muro, con venera superior. El púlpito carece de acceso, si bien pueden observarse marcas de lo que en su día pudo constituir una escalera de comunicación de subida.
Su utilización primitiva no está clara ni cuenta en los archivos, lo que pudiera explicar su disposición por razones ornamentales de carácter popular más que utilitaria. Pero durante la época de la posguerra y hasta bien entrado los años 60, se utilizó en Semana Santa para escenificar la pasión de Cristo.


