Junto con la inmediata Torre de Miguel Sesmero, Almendral señala el límite oriental del ámbito oliventino, situándose en una encrucijada conectable también con la Tierra de Badajoz, el Señorío de Feria, al que jurisdiccionalmente pertenecían, y las sierras del sur, ocupando un terreno crecientemente escabroso.
Los naturales son conocidos popularmente en el partido judicial como "almendrucos" y también como "pirañas" y "especiales", en atención a su pretendida distinción.
La tradición señala como su asentamiento primitivo el lugar de San Matías, situado a unos dos kilómetros del actual, en el que se localizaba una vieja ermita de esta advocación. El área resulta rica en restos arqueológicos, y en ella han aparecido numerosas piezas visigodas, que con las que se integran en la ermita de Finibus Terrae, patentizan la existencia de la localidad en esa época.
El traslado de la población al enclave presente se establece en 1388, atribuyéndose a haber sido arrasado por los portugueses el anterior en las luchas subsiguientes a Aljubarrota. El 27 de septiembre de 1643, dos semanas después que Valverde, la localidad fue saqueda e incendiada de nuevo por los portugueses. Destacado protagonismo bélico cupo otra vez a la población con motivo de la batalla de La Albuera del 16 de mayo de 1811.
Hasta 1664 constituyó una aldea dependiente de Badajoz, perteneciendo más tarde al ducado de Feria, cuyo titular fue el Duque de Medinacelli, hasta 1811, en la que se abolieron los señoríos.





