Se sitúa en el área de influencia de Zalamea, en cuyas inmediaciones se enclava.
Como la mayoría de los núcleos del Partido Judicial la población fue fundada tras la Reconquista; posiblemente, asimismo, sobre un enclave de antecedentes romanos según atestiguan los numerosos restos de esa época encontrados en el lugar, consolidando unas alquerías establecidas ya por el Maestre de Alcántara García de Barrantes.
La población quedó incluida como aldea dependiente de Benquerencia, dentro del Priorato de Magacela, no alcanzando condición de Villa exenta hasta época tardía. En la actualidad cuenta con un millar de habitantes, constituyendo un centro agrícola y ganadero en el que la fisonomía y características tradicionales se mantienen bastante bien conservadas.
La iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción, es una edificación de notables dimensiones y excelente arquitectura, cuya presencia en un núcleo de esta entidad no deja de llamar la atención, a la vista de su sobresaliente resolución. El templo se sitúa en el centro de la localidad, presidiendo su plaza y actuando como foco ordenador de la trama urbanística.
Constructivamente se trata de obra del XVI, edificada en mampostería y sillares. Presenta planta de nave única de amplia especialidad, cabecera de acusadas proporciones con cubierta de crucería de buena traza, y coro apoyado sobre cuatro columnas graníticas con balaustrada de madera. Al exterior, por el costado de la Epístola, entre los contrafuertes se disponen arcos cobijos, así como un sólido estribo cilíndrico de sillares de acusado valor compositivo.
El componente más destacado de la construcción es su airosa torre de diseño barroco-clasicista, obra algo más tardía que el resto de la edificación, ejecutada en sillares, cuya silueta domina el entorno.


